Introducción



Indignados y dignos

Tengo dudas de si este escrito debería estar en este blog. Pero ahí va.

Tomarnos tiempo para renovarnos es una actividad importante, y aún siendo urgente, rara vez la emprendemos. Nadie nos obliga a hacerlo, y nadie puede hacerlo por nosotros. La renovación en nuestra vida requiere proactividad. Requiere ser activada, y debemos hacerlo nosotros mismos.

Activar la renovación significa presionar, insistir permanentemente, obligadamente, hasta que se convierta en un hábito. Ésa es la inversión más poderosa que está a nuestro alcance en la vida: la inversión en nosotros mismos.

Para equilibrar nuestras vidas debemos reconocer la importancia de dedicar tiempo regularmente a la renovación de nuestras dimensiones.

Para verlo y reverlo. Y volverlo a ver.

Estos días, hay personas que protestan en distintas partes del mundo. Les llaman "indignados" y han salido a la calle, para decir lo que piensan. Yo les llamaría "los dignos"... El último, hasta hoy, recodo de dignidad.

Veo mucha dignidad -y coraje- en aquellos que ponen límites: Hasta aquí. Que no aceptan delegar sus vidas, o comunidades... en personas que no confían. En sistemas y modelos caducos. En formatos que les impiden crecer. En dimensiones que ahogan.

Indignados y dignos. A la vez.

Celebro también que los jóvenes no se acostumbren a este status-quo llamado "crisis". Y la juventud, en este caso, no entiende de edades. Ellos llegan para cambiar las cosas; ese es su rol. Llegan para ver diferente y para darse cuenta, que lo que sostenemos como "imposible"... pronto dejará de serlo.

Sentir "esto me duele", es el primer paso: reconocemos el síntoma. Decir "esto me duele" es el siguiente paso: descubrimos que hay muchos más con el mismo dolor.

Y en el problema está la solución: el dolor nos une; conversamos; nos conocemos; nos organizamos y nos damos cuenta de nuestro poder. La sanación comienza, cuando nos re-descubrimos... y volvemos a confiar.

Ya no lo dudo: Este escrito debe ir en este blog. Porque, insisto:

Tomarte tiempo para renovarte es una actividad importante, y aún siendo urgente, rara vez la emprendes. Nadie te obliga a hacerlo, y nadie puede hacerlo por ti. La renovación en nuestra vida requiere proactividad. Requiere ser activada, y debes hacerla tú mism@.

Tú mism@. Tú verás.

Te abrazo.