Introducción



Inspirar Confianza


A lo largo del camino, la mayoría de nosotros hemos tenido algún tipo de experiencia en la que alguien creyó en nosotros y cambió nuestras vidas.

Cuando los asistentes a nuestros programas de liderazgo comparten sus sentimientos sobre la persona que más ha influido en sus vidas, suele ser alguien que creyó en ellos cuando nadie más lo hizo. Un progenitor o, en ocasiones, un profesor, un entrenador o un mentor en el trabajo.

Lo más emocionante es darse cuenta de que nosotros podemos hacer lo mismo por los demás. Podemos creer en ellos, ampliar nuestra confianza. Podemos ayudarles a afrontar los retos, a descubrir su potencial, a realizar contribuciones que nos beneficien a todos.

Dean Sanders, antiguo vicepresidente ejecutivo de operaciones de Wal-Mart, contaba que Sam Walton, fundador de la compañía, después de visitar los establecimientos, le llamaba a su regreso y le decía: “Dale a ese chico una tienda para que la dirija. Está preparado”. Cuando Dean expresaba sus dudas sobre la experiencia de alguno de los elegidos, Sam respondía:

Incluso una sobredosis de confianza que, en ocasiones, implica el riesgo de ser engañado o terminar decepcionado, demuestra más sabiduría, a la larga, que dar por sentado que la mayoría de las personas son incompetentes o poco sinceras.

Sam Walton


¿Cómo te sientes cuando alguien te dice: “¡Tú puedes hacerlo! Eres creíble. Tienes el carácter y la competencia necesarios para lograr lo que te propones. Creo en ti; confío en ti”. En ocasiones, el mero hecho de escuchar esas palabras provoca toda la inspiración necesaria para alcanzar el éxito.

Los líderes que amplían su confianza hacia nosotros se convierten en nuestros mentores, modelos y héroes. Nos sentimos abrumados por la gratitud cuando pensamos en ellos y en cómo han cambiado nuestra vida. Las empresas que optan por ampliar la confianza a sus empleados se convierten en lugares perfectos para trabajar.

Los principales hallazgos de veinte años de investigación lo certifican: que la confianza entre jefes y empleados es la característica que define los mejores lugares para trabajar.

Este mismo tipo de liderazgo inspira confianza en casa. Considera la diferencia que supone en la vida de los hijos cuando sus padres les dicen “Te quiero. Creo en ti. Confío en ti” y les ayudan a desarrollar carácter y competencia al otorgarles responsabilidades (tareas con confianza).

Como ya he dicho, la primera tarea al liderar, en el trabajo o en casa, consiste en inspirar confianza. Se trata de sacar lo mejor de los demás encomendándoles trabajos de responsabilidad, y de crear un entorno en el que la  confianza inspire creatividad y posibilidad.

Es mejor confiar y sufrir alguna decepción que ser siempre desconfiado y tener razón de vez en cuando.

Al final añadiría: "¡Creo en ti, confío en ti!"

Y, por supuesto, te abrazo.