Introducción



Abraza la lucha (Embrace the Struggle)


Zig Ziglar. Icono. Maestro motivacional. Autor de 29 libros. Viajaba por todo el mundo como conferenciante para hablarles a decenas de miles de personas.


Zig Ziglar

En un instante, todo cambió: Una noche en Marzo de 2007 Zig Ziglar cayó escaleras abajo en su casa, fruto de un ictus cerebral a sus 80 años. Eso pudo poner punto final al hombre que inventó el concepto de “los peldaños hacia el éxito”, en su libro “Nos Veremos en la Cumbre”.


Nos veremos en la Cumbre es un libro que nos enseña que nadie consigue el éxito con solo apretar el botón de un ascensor y subir hacia la meta, todos debemos subir los escalones y en cada escalón vamos forjando nuestro carácter, nuestra imagen, actitud, porvenir...


El resultado de la lesión cerebral no pudo parar al hombre que sabía que “no es lo que te pasa lo que importa, es como respondes a lo que te pasa lo que marca la diferencia”. Después de que cayera por las escaleras, perdió casi toda su memoria a corto plazo. El segundo día de la recuperación en el hospital, el médico se acercó a él y le dijo: "Sr. Ziglar, ha sufrido una lesión cerebral muy grave, una lesión cerebral traumática, y es posible que su memoria a corto plazo no regrese nunca más. Considere seriamente que su carrera de conferenciante ha terminado”. Cuentan que Zig solo le sonrió y no dijo nada. Cuando el doctor salió de la habitación, se volvió hacia su hija Julie y le dijo: "Pequeña, todavía tengo algo que decir, solo tenemos que encontrar una forma diferente de decirlo".

Zig Ziglar perdió su memoria a corto plazo. Pero Zig jugaba en casa: Su mujer y sus hijos lo amaban y honraban en todo momento. Aseguró su porvenir: Él no sabía lo que deparaba el futuro, pero sabía QUIEN sostiene el futuro. Zig escogió hacer las cosas mejor. Pidió la ayuda que necesitaba para hacer las cosas que debía hacer. Él se negó a preocuparse. La preocupación, decía, es el interés pagado antes de la deuda.

Y, durante los siguientes cuatro años, habló más de 100 veces en un formato de entrevista con Julie, quien simplemente le hacía las preguntas de las que él sabía las respuestas y lo mantuvo en el buen camino: ¡se convirtió en su memoria a corto plazo! Cientos de miles de asistentes disfrutaron durante esos cuatro años de un mensaje de esperanza y aliento, y un sinnúmero de vidas cambiaron cuando vieron la fe y la filosofía de Zig en acción: "No es lo que te sucede lo que determina tu resultado, sino cómo respondes a lo que te sucede es lo que importa”.


Zig Ziglar & Julie Ziglar


Él no tenía miedo. Cuando no tienes nada que esconder, no tienes nada que temer. “Cuando haces lo correcto en el modo adecuado, no tienes nada que perder porque no tienes nada que temer”.

Él sabía que vale la pena abrazar la lucha. Por lo tanto, con algunas palabras menos perfectas que antes y su paso, una vez ágil, ahora vacilante, él fue a los escenarios una y otra vez. Zig Ziglar escogió ser transparente para enseñar a los demás cómo abrazar sus luchas, siendo un estímulo y un ejemplo.

No se quedó en casa. No se fue. “I’m not gonna ease up, let up, give up or shut up, until I’m taken up” (No voy a calmarme, dejarlo, rendirme o callarme, hasta que me vaya). Su esperanzada expectativa de lo que está por venir lo impulsaba a inspirar y levantar a los que tienen problemas. “Puedes tener todo lo que desees en la vida si solo ayudas a otras personas a obtener lo que quieren”.




Nadie consigue el éxito con solo apretar el botón de un ascensor y subir hacia la meta, todos debemos subir los escalones y en cada escalón vamos forjando nuestro carácter, nuestra imagen, nuestra actitud, nuestro porvenir...

Zig Ziglar convirtió su accidente en una oportunidad para compartir su más grande lección de todas: Cuando la vida te derriba: Abraza la lucha.

Te abrazo.